Las últimas décadas han visto una aceleración en el progreso de la ciencia médica, ayudada en gran medida por avances tecnológicos en otras áreas como la robótica o los medios audiovisuales.
Precisamente, en los últimos tiempos hemos visto la irrupción de varias técnicas quirúrgicas que se apoyan en estos ejes para llevar a cabo procedimientos increíblemente complejos con un impacto mínimo en el paciente. Este es el caso de la cirugía endoscópica biportal de columna, cuyo primer curso formativo en España se celebró la pasada semana en Ibiza gracias al Grupo Policlínica.
«Penetramos en la columna sin dañar estructuras»
Tal y como explica a 20minutos el cirujano Pedro Llinás, jefe del servicio de Neurocirugía del Hospital Policlínica de Ibiza y uno de los cirujanos que impartió el curso, esta técnica consiste en «un abordaje mínimamente invasivo a la columna vertebral mediante dos pequeños orificios en la piel. A través de uno de ellos se introduce una cámara de alta definición de 4 mm de diámetro, y por otro el instrumental quirúrgico; de esta manera, somos capaces de penetrar en el interior de la columna vertebral sin dañar ninguna estructura».
Como tal, permite la intervención sobre diferentes lesiones de la columna vertebral, algunas de las cuales pueden ser graves, sin necesidad de recurrir a procedimientos quirúrgicos mucho más aparatosos. «Se emplea, sobre todo», dice el experto, «en patología degenerativa de columna vertebral lumbar: hernias de disco en cualquier ubicación, estenosis de canal raquídeo (es decir, estrechamiento del paso de los nervios a través del canal espinal) o pequeños tumores o quistes localizados en el interior del canal vertebral a nivel torácico, lumbar y en los últimos años cervical».
La novedad radica en que «se trata de una cirugía percutánea mínimamente invasiva, donde no se inestabiliza absolutamente nada de la columna vertebral, a diferencia de otras cirugías donde se tiene que seccionar la musculatura o romper buena parte de las articulaciones para poder acceder al interior del canal raquídeo. Con esta técnica, lo que hacemos es eliminar únicamente las estructuras que están dañando el paso de los nervios, bien sea el disco intervertebral cuando está herniado o bien, el canal lumbar estrecho que comúnmente viene asociado al desgaste por la edad avanzada».
«La tasa de complicaciones es muy baja»
«Los resultados son excelentes. Nos permite disminuir notablemente la tasa de complicaciones respecto a otro tipo de técnicas microquirúrgicas, como la microdisectomía o la descompresión microquirúrgica del canal espinal. Y tiene otra gran ventaja y es que, al no desestabilizar ninguna de las estructuras sanas de la columna, no se necesita ningún sistema de fijación, con lo cual las cirugías tradicionales que consistían en grandes incisiones, descompresiones y fijaciones con tornillos quedan superadas», añade Llinás.
«Realmente la tasa de complicaciones es muy muy baja y la recuperación es muy rápida: al día siguiente o a los dos días los pacientes ya son dados de alta; en algunos casos la operación puede darse incluso de forma ambulatoria. Luego los cuidados posteriores son relativamente sencillos, limitándose a la limpieza de las heridas y evitar la flexión del tronco unos días o cargar peso durante las primeras semanas. Pero lo bueno es que desde el primer día, el paciente puede caminar sin limitación de tiempo».
Y concluye: «En cuanto a las molestias, la verdad es que los pacientes o no tiene síntomas o tienen una ligera lumbalgia que es perfectamente controlable con un simple analgésico convencional».
«El margen de precisión mejora mucho»
Los orígenes de esta técnica se remontan a mediados de la pasada década en el Lejano Oriente. Según detalla Llinás, «surgió en Corea del Sur en el 2014. Yo aprendí la técnica allí en el 2015 en el Barun Hospital, en la ciudad de Jinju, siendo formado por los propios desarrolladores de la misma».
«Desde allí, se extendió a otras provincias de Corea del Sur y, luego ya a otros países del mundo», prosigue. «Hoy en día, se practica en varios países de Asia (Taiwán, Japón…) y Europa (Alemania Francia y España), habiendo llegado también a EEUU y a América Latina (Colombia).
El ingenio de estos desarrolladores consistió en adaptar procedimientos que antes se realizaban para permitir operaciones más complejas. Así, expone, «es una modificación de la cirugía endoscópica tradicional que antes se hacía solo a través de una incisión. Lo que aporta esta técnica es una gran versatilidad y maniobrabilidad, de tal manera que podemos solucionar patologías complejas de columna una manera muy sencilla. Antes estas operaciones eran de una gran complejidad o, directamente, no se podían hacer».
«La tecnología que utilizamos es la neuronavegación. Nosotros en Policlínica fuimos el primer centro del mundo en aplicar una tecnología relativamente novedosa, que consiste en aplicar la neuronavegación a la endoscopia biportal, y de esta manera somos capaces de identificar en tiempo real todas las estructuras que estamos visualizando a través del endoscopio y el margen de precisión mejora mucho, así como los tiempos quirúrgicos y la no necesidad de tener que emplear rayos X durante el procedimiento», cuenta el cirujano.
«Así desarrollamos los primeros 200 casos (ya contamos con cerca de 400 pacientes operados en Ibiza desde 2015) y nos sirvió mucho para temas formativos y de aprendizaje. Teníamos que superar nuestra propia curva de aprendizaje y la neuronavegación confirió mucha más seguridad a todas estas intervenciones».
Lo necesario suele estar en la mayoría de hospitales»
Precisamente, cuenta este experto, el congreso formativo llevado a cabo por el Hospital Policlínica representa un paso más en la implantación de esta técnica en el panorama español. «Cirujanos de columna de diversos puntos de España y Europa han puesto en práctica los conocimientos teóricos aprendidos. Ha sido un curso en el que los que ya manejamos esta técnica hemos estado codo con codo con otros neurocirujanos para explicarles todos aquellos trucos que no aparecen en los libros».
«No es excesivamente compleja de realizar, pero como cualquier técnica novedosa requiere su curva de aprendizaje y la adquisición de los conocimientos necesarios para poderla llevar a cabo con seguridad para el paciente. No se requiere de un gran aparataje tampoco, lo necesario suele estar presente en la mayoría de los hospitales españoles; sencillamente lo que se necesita es aprenderla», finaliza Llinás.