¿En qué consiste?
La cirugía endoscópica de hipófisis es un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo utilizado para extirpar tumores de la glándula hipófisis, también conocidos como adenomas hipofisarios. Este método ha reemplazado en gran medida a las técnicas quirúrgicas tradicionales debido a sus múltiples ventajas, como una recuperación más rápida, menos complicaciones y una mejor preservación de las estructuras cerebrales circundantes.
La cirugía se realiza a través de la nariz y los senos paranasales, evitando la necesidad de una incisión externa en el cráneo. Este enfoque se llama «transesfenoidal», ya que el cirujano accede a la hipófisis a través del seno esfenoidal, una cavidad ósea situada detrás de la nariz.
El endoscopio permite proyectar imágenes detalladas del área quirúrgica en un monitor, permitiendo al cirujano visualizar y manipular el tumor con gran precisión.
Con la ayuda de instrumentos quirúrgicos finos, el cirujano separa y extrae el tumor de la glándula hipófisis.
Ventajas de la cirugía endoscópica
Es mínimamente invasiva: no requiere abrir el cráneo, lo que reduce el riesgo de complicaciones y acelera la recuperación.
Postoperatorio más corto: los pacientes suelen experimentar menos dolor postoperatorio y pueden regresar a sus actividades normales más rápidamente.
Mejor visualización: la cámara endoscópica proporciona una visión ampliada y detallada de la hipófisis, lo que permite una extirpación más precisa del tumor.
Menos cicatrices: dado que no hay incisiones externas, no quedan cicatrices visibles.